El técnico del Valencia Unay Emery subrayó hoy su propósito de «darle naturalidad» al entorno que rodea al club después de unos primeros días movidos institucionalmente y además dijo sentirse respaldado desde el «apretón de manos y abrazo» que se dio con Juan Villalonga, el nuevo gestor de la entidad.

«Es preciso naturalizar y contextualizar estas situaciones, incluso intentar aislarnos», comentó Emery, que añadió que su pensamiento es «no estar aquí de paso». «Seguimos trabajando y las personas que deben tomar decisiones las deben seguir tomando y hablarlo», añadió.

Emery sólo tuvo buenas palabras para sus nuevos ‘jefes’. «El trato está siendo muy positivo con Azkargorta y también con Juan Villalonga. Aquí a las personas que vienen a ayudar se les abre la puerta y se les deja trabajar, con Azkargorta estoy en contacto plenamente y seguro que nos va a ayudar gracias a su experiencia y conocimiento», explicó.

En cuanto a su relación con los jugadores la calificó «de color de rosa». «La predisposición está siendo muy alta y es el primer paso para asentarnos poco a poco», comentó el técnico, que reiteró veladamente que no cuenta con Albelda, que supone un problema particular en el Valencia y es necesario buscar un acuerdo entre las tres partes.

Emery constató que le gustaría quedarse con 22 ó 23 futbolistas y que lo más importante es «fortalecer lo que tenemos». «Los fichajes tienen que ser pocos, en la portería está claro que falta uno y se está trabajando sin prisa pero sin pausa. Si jugáramos mañana tenemos un equipo de garantías. Los jugadores que vengan serán para circunstancias muy concretas», comentó.

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